Click Detector – Click The Button
Your blog category
La manta para bebé es un complemento que le otorga calidez y lo resguarda de los elementos externos. En especial si tú y tu familia se encuentra en un lugar donde la época es de frio, por lo que es necesario tenerle abrigado.
Crean un vínculo emocional que ayudan al bebé a tranquilizarse y dormir mejor cuando está inquieto.
Las mantas para bebés se pueden utilizar desde el nacimiento, siempre y cuando se utilicen de manera segura y se sigan las recomendaciones de los expertos en seguridad infantil.
El algodón (si es 100%) es un tejido natural suave que no irrita la delicada piel de los bebés. Al ser transpirable , permite una mejor circulación del aire y al ser absorbente ayuda a eliminar y absorber la humedad corporal manteniendo el cuerpo fresco y seco. Por estos motivos, garantiza al niño un entorno ideal para dormir tranquilo y sin molestias. También es muy práctica, tiene una alta resistencia a la tracción y, soportando incluso altas temperaturas de lavado, puede esterilizarse . Y lo que es más importante, siempre es adecuada en cualquier época del año.
Podemos considerar como mantas de algodón, todas aquellas que vienen marcadas con 100% algodón y las mantas en algodón puro teñido al natural, pero también las mantas de franela, las de muselina, las de chenilla de algodón puro o algodón natural, y todas ellas están especialmente indicadas para los niños.
La lana es una de las fibras naturales más antiguas de origen animal. Sin duda es suave y cálida y gracias a su capacidad de retener una mayor cantidad de aire es muy aislante tanto del frío como del calor. Además tiene un alto poder higroscópico, es decir, absorbe fácilmente el agua y suda más que el algodón, sin dar la impresión de estar húmeda. Las mantas de lana también tienen una buena resistencia al desgaste, se arrugan muy poco y son bastante elásticas por lo que se pueden estirar y ensanchar sin romperse y luego volver a su tamaño original.
El polar es un “tejido” particularmente apreciado por sus muchas cualidades, incluso si no es natural sino sintético. Gracias a un tratamiento particular de las fibras de poliéster (PET), el polar es muy suave, aterciopelado y agradable al tacto. Además, la fibra así procesada contiene mucho aire y esto permite que sea un buen aislante térmico.
Las ventajas son ciertamente innegables: cálido, ligero, fácil de lavar, de secado rápido, no requiere plancha, no encoge, resistente a las arrugas, económico. En definitiva, es realmente difícil resistirse a comprar una manta polar, además porque en el mercado realmente las hay de todo tipo, de mil colores y con los estampados más dispares.
Lo mismo y la calidad del forro polar también se puede decir de las mantas de microfibra especialmente de moda en los últimos años.